Las Joyas de la Plata: Puerto de Béjar
Puerto de Béjar y sus Joyas de la Plata.
La salida de Baños de Montemayor hacía Puerto de Bejar es costosa y empinada, pero siempre ilusionante. Aunque pueda parecer contradictorio, el esfuerzo físico que realizamos tiene algo de redención: sufrimos.. pero lo logramos, nos redimimos a través de ese esfuerzo, no hay placer sin coste. Y aunque estas etapas nos exijan, todos esa dureza tiene un porqué, un significado implícito que a veces nos cuesta llegar a ver. En el caso de Puerto de Béjar la recompensa es, a simple vista, más que obvia.
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La
grandiosidad del paisaje es el botín reservado a estos esfuerzos impuestos por las
pendientes. Impresionantes vistas de densos bosques de castaños y robles, que sorprenden
por la fragosidad del terreno y la abundancia de aguas que corren entre las laderas.
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Grandes arboledas de hoja caduca que llenan de ocres el camino por el que avanzamos, paso a paso, sin poder retirar la mirada hacía esas cotas que nos rodean y que quedan suspendidas, cómo si flotasen, entre brumas bajas y un cielo apocalíptico. Es un ambiente místico, donde tus pensamientos se elevan y se suspenden, cómo si la propia atmósfera se encargase de ello.
Un remanso dónde pensar en cómo hemos llegado aquí, recordar etapas pasadas y concentrarnos en el camino venidero Sierra de Béjar, en el Puerto de Béjar y las Joyas de la Plata, la confluencia con tierras extremeñas, es el paso natural más factible que pone en comunicación las tierras del norte y del sur por el lado occidental del territorio español y que ha sido utilizado por todas las culturas desde épocas romanas para la expansión de sus territorios. Ahora nosotros nos sentimos parte de ese antiguo movimiento peregrino, siendo conscientes de que muchos otros, a lo largo de siglos, han atravesado estos parajes anteriormente. Quizá sintiendo y reflexionando sobre los mismo temas que ahora nos ocupan, padeciendo nuestra misma fatiga y secándose las mismas gotas de sudor que ahora caen de nuestra frente.
