Santiponce, cincelada por la historia. Descubre sus Joyas en tu Camino de la Plata.

Paso a paso vamos avanzando por tierras de la vega, con un perfil plano y fértiles tierras de labor. El camino se hace un tanto confuso, plagado de infraestructuras ferroviarias y carreteras, todavía bajo el influjo de la gran capital. Aún así a lo lejos vamos adivinando una enorme torre de planta rectangular que nos va sirviendo de faro constante. Es el Monasterio de San Isidoro del Campo, nuestra puerta de entrada a Santiponce, la primera de las Joyas del Camino de la Plata en este municipio.

La visita a este monasterio es ineludible, los más de 700 años de existencia lo hacen ser toda una joya histórica, y su interior no nos defraudará. Mezcla de diferentes estilos, su coqueto patio porticado y sus iglesias y capillas conforman un conjunto que te llena de sensaciones. De vuelta a las calles del pueblo sentimos cómo nos rodea de nuevo la luz. Son calles sencillas y de trazado irregular, de caserío modesto y achaparrado, donde se respira calma y lentitud. Bien conocido además por sus buenos mesones y restaurantes, es un lugar de peregrinación de muchos visitantes durante los fines de semana.

Y con ese caminar tranquilo, ya a las afueras del pueblo, nos encontramos con el auténtico tesoro, la ciudad romana de Itálica. Una de las Joyas de Santiponce que encontrarás en el Camino de la Plata.