Las Joyas de la Plata: Puebla de Sanabria
Paisajes de la comarca de Sanabria.
Sabemos que la de hoy será una etapa larga. El caminante experimentado conoce que más que longitud, el verdadero problema esta en la exigencia, en el clima y la dureza que nos pueda presentar el terreno. Y este trayecto que nos conducirá hasta Puebla de Sanabria mezclará su largo recorrido, algo más de 30 km, con algunas zonas de constantes subidas y bajadas, que en cualquier caso no son demasiado reseñables. Así que un desayuno fuerte y sosegado, una mirada a las indicaciones y listos para comenzar.
El ritual de la mañana es para el peregrino como el pistoletazo de salida para el atleta. Una vez que se inicia nuestro cuerpo comienza a dar las primeras señales. El cuerpo, acostumbrado ya a caminar diariamente, se despierta con hambre de pasos, con ansia de avanzar, recorrer y conocer.
Con estas sensaciones, nos disponemos a abandonar la comarca de la Carballeda para introducirnos en la Baja Sanabria, alternando entre tramos por pistas de asfalto y pistas forestales.
Salimos de Monbuey dirección a Valdemirilla. Empezamos con la agradable sorpresa de encontrarnos unos hermosos mojones de granito con vieiras grabadas que nos acompañaran gran parte del camino. Resultan ser inversión y proyecto del ayuntamiento de Cernadilla, nuestro próximo destino.
El tramo de más de 3 kilómetros que separa Valdemerilla de Cernadilla no presenta ninguna dificultad así que tras recorrerlo entramos en esta última localidad pasando junto a la ermita del Cristo. Se respira tranquilidad en este punto, y los viejos cantos de piedra de la ermita invitan a la relajación. Casi no se oye nada más que unos cantos lejanos de pájaros. Es uno de esos momentos de inmensa paz que nos regala este camino.
Torcemos a la izquierda y pasamos en breve a la altura de la iglesia barroca de la Purificación, situada en su plaza principal. Nos llama muchísimo la atención su caserío, bien conservado y con algunas casonas rotundas y con fachadas esgrafiadas muy bellas. Todas se agrupan y parecen arropar a la iglesia, un templo de tres naves que se erige por encima de los tejados del resto del pueblo.
Muchas sobriedad en sus calles, en las que apenas nos cruzamos con algún vecino camino de las tareas en el campo.
Tras una breve pausa, retomamos camino. Continuamos 2 Km. por una pista de cemento, al final de la misma aparece una pequeña ermita y entramos en el pequeño pueblo de San Salvador de Palazuelo, donde podemos visitar la Iglesia de la Transfiguración.
Nuestra cadencia al caminar es buena, y seguimos por pistas forestales hasta Entrepeñas y, más tarde, Asturianos. Pueblos pequeñísimos en los que observar ejemplos curiosos de arquitectura popular que ya se creía perdida.
Nos quedan 15 km hasta Puebla de Sanabria, continuamos sin pérdida pasando por las localidades de Palacios de Sanabria, Remesal, Otero de Sanabria y Triufé. Desde esta última nos quedan tan solo 4 km hasta nuestro destino, que ya está al alcance de la mano. Pasamos el puente sobre el río Tera y giramos a la izquierda para llegar al casco antiguo. Poniendo fin a nuestra etapa en la fabulosa Puebla de Sanabria.
Considerado con motivo uno de los pueblos más bellos de España, lo es no sólo por su villa sino por su historia y también por su entorno natural.
El castillo quizá sea su imagen más reconocida y es imposible no fijar la mirada en esta imponente edificación construida tanto como residencia como fortaleza por los Condes de Benavente.
Por momentos parece que estamos inmersos en otra época, y aunque la iglesia de Santa María del Azogue o la plaza del ayuntamiento son impresionantes, nos quedamos con la cantidad de recoletas calles que son verdaderos tesoros.
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Es un escenario típico de la edad media, bien conservado, con puertas y balcones asombrosos, que por momentos nos dejan boquiabiertos.
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Un inmejorable epílogo para una etapa que por momentos fue dura, pero que fue capaz de regalarnos paisajes increíbles y pueblos memorables.
