La vía histórica cuenta con numerosos monumentos y ciudades declaradas Patrimonio por parte de la Unesco.

La peregrinación es la mejor forma de conocer todos estos monumentos y ciudades desde sus distintas perspectivas posibles.

El primer pensamiento que se nos viene a la mente cuando recordamos el Camino de la Plata suele estar relacionado con su larga extensión. Lejos de la realidad, sus casi mil kilómetros, más que ser un impedimento, son todo un regalo para aquellos peregrinos que se sumergen en la aventura.

El extenso recorrido por las cuatro comunidades autónomas nos da la oportunidad de conocer las maravillosas joyas que esconden en su terreno. Es más, su relevancia es tal que muchas de ellas han adquirido la categoría de Patrimonio de la Humanidad.

Las cuatro comunidades autónomas cuentan con varios sellos de la Unesco.

Cáceres y Mérida, las dos joyas extremeñas Patrimonio Mundial 

Extremadura cuenta con dos lugares Patrimonios de la Humanidad que pasan por la Vía de la Plata, como el conjunto monumental de Cáceres y el conjunto arqueológico de Mérida.

Cáceres es considerado Patrimonio Mundial desde 1986, destacando por su conjunto artístico y monumental, en los que el estilo románico, islámico, gótico y renacentista se funde en toda su parte histórica. Su impecable conservación le ha permitido adquirir este reconocimiento, siendo la mejor de toda la Península Ibérica y la tercera del continente, tal y como dicta el Consejo de Europa.

De Mérida destaca todo el patrimonio arqueológico romano, considerado Patrimonio de la Humanidad desde 1993. En sus 2.000 años de trayectoria, con miles de historias detrás, la ciudad emérita ha conseguido adquirir un toque de contemporaneidad permitiendo su uso y disfrute en la actualidad, como con el Festival de Teatro Romano, entre otros muchos.

La Catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias de Sevilla con el Sello de la Unesco 

De todo su patrimonio, Sevilla solo cuenta con tres sellos de la Unesco. En concreto, son la Catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias los consideramos Patrimonio Mundial desde 1987.

Cada uno de ellos, es una muestra de sus distintas etapas históricas que ha vivido la ciudad. Su signo más identificativo no es otro que la Giralda, el campanario del templo, o visto desde otra forma el antiguo alminar de la mezquita. Su Catedral de estilo gótico es considerada la más grande del mundo.

Por su parte, los Reales Alcázares no son otra cosa que un conjunto de palacios y jardines, de estilos islámicos, mudéjar y góticos, rodeados por una muralla, capaces de transportarnos en el tiempo hasta la Alta Edad Media. El Archivo de Indias destaca tanto por su valor arquitectónico como por su historia pasada.

La ciudad dorada de salamantina Patrimonio de la Humanidad 

Salamanca entra dentro de la lista de las 15 ciudades declaradas como Patrimonio de la Humanidad. El color piedra de su conjunto monumental ha hecho que sea conocida como la “Ciudad Dorada”.

Los estilos románico, gótico, renacentista y barroco se funden en su casco histórico, destacando el edificio de la Universidad, la más antigua de todo el mundo, y la Plaza Mayor.

El conjunto histórico jacobeo y los Caminos de Santiago como Patrimonio Mundial 

Otro de los Patrimonios de la Humanidad qué no podemos obviar no es otro que el que posee Santiago de Compostela, como es su Casco Histórico compostelano. Fue el primer bien gallego que consiguió este reconocimiento mundial, allá por el año 1985.

Dentro de este conjunto monumental, su enclave más importante, o por lo menos el más famoso, es la Catedral. Su relevancia ha sobrepasado los límites nacionales, siendo, además, el lugar más visitado de Galicia y uno de los más frecuentados de España.

El estilo renacentista de su fachada nos da la bienvenida al templo, en el que destacan, entre otros,  el claustro plateresco o su famoso botafumeiro, encargado de extender el incienso por todos sus rincones. 

Por último, aunque no menos importante, el Camino de Santiago entra dentro de la lista de Patrimonio de Galicia. Su gran vinculación con el Camino de la Plata lo hace más especial aún.

En el año 1993 fue declarado el Camino Francés, y más tarde en 2005, otras cinco rutas adquirieron este sello mundial, como son el Camino costero, el Camino interior del País Vasco y La Rioja, el Camino de Liébana y el Camino Primitivo. La historia que esconde detrás, junto con los numerosos espacios naturales, artísticos y arqueológicos son lo que le hacen más atractivo aún.

El Camino de la Plata nos permite conocer el país desde todas sus perspectivas. Los números Patrimonios de la Humanidad que posee en su trayectoria es otro de los miles de atractivos que posee. De una forma u otra, peregrinar por la Plata siempre es una buena opción.

¿Te apuntas a conocer todas estas joyas Patrimonio Mundial?