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El misterio de las leyendas de Sevilla

Algunos de los episodios más importantes de la Historia de Sevilla se explican a través de leyendas que la envuelven de misterio e intriga. Todo aquel que las descubre, consigue entender un poco más a la ciudad

Algunos de los episodios más importantes de la Historia de Sevilla se explican a través de leyendas que la envuelven de misterio e intriga. Todo aquel que las descubre, consigue entender un poco más a la ciudad

 

La Feria de la Primavera o la Semana Santa se llevan todo el protagonismo en Sevilla. Su patrimonio, cultura o gastronomía también gozan de un puesto privilegiado en la capital andaluza. Tampoco podemos olvidar la buena fama que ostenta el clima o la gente de esta ciudad.

 

Hay una faceta sevillana, menos conocida, encargada de envolver de intriga cada rincón de la ciudad. A lo largo de los años, la capital hispalense ha sido la protagonista de numerosas leyendas que explican parte de su historia. Todo aquel que las conoce queda hechizado por su misterio, descubriendo muchos de los enigmas de la ciudad. 

 

De la mano de las leyendas sevillanas, te desvelamos algunos de sus secretos mejor guardados. A partir de ahora será cuando entenderás mucho más la ciudad.

1. El NO&DO y el rey Alfonso X 

A pesar de ser conocido como “El Sabio”, por ser un hombre de letras, una eminencia en las artes y las ciencias, el rey Alfonso X tenía sus carencias en lo que a gobernar se refería. Esta situación provocó el descontento por parte del pueblo, a lo que se le sumó el levantamiento de su hijo Sancho, respaldado por su madre, la reina. 

 

Poco a poco, el príncipe Sancho fue ganando importancia, haciéndose con más terrenos que le apoyaban. Hubo uno que respetó, honrando el poder de su padre. Este no es otro que la ciudad de Sevilla, dónde el monarca pasó sus últimos días, arropado por su pueblo. 

A modo de recompensa, por todo el afecto y cuidado que le habían otorgado, Alfonso X concedió un lema jeroglífico para el escudo de la ciudad. Conformado por una madeja en medio y dos sílabas “NO” y “DO”. Su lectura corresponde a “no madeja do” que haría referencia a que Sevilla no lo había dejado, no lo había abandonado.

2. El Santo de Tres Manos a las puerta de las Catedral 

Justo al salir de la Catedral de Sevilla, al lado de la Puerta del Perdón, se sitúa la estatua del Santo que hace honor a San Pablo. La imágen de mármol se alza sobre un pedestal donde descansa el Santo. Bajo esta, se encuentra esa misteriosa tercera mano, encargada de sostener la escultura. 

Según cuenta la leyenda, todo aquel que consiga encontrar la tercera mano de San Pablo, el futuro le traerá compromiso oficializado por Dios en la Catedral de la ciudad. 

3. El hombre de piedra 

Esta leyenda nos traslada al siglo XV, hasta la céntrica Plaza del Salvador. Justo en la esquina con la calle Villegas, en la pared del templo se sitúa la Cruz de la Culebra junto con una lápida con un rezo. La devoción cristiana mandaba a rezar de rodillas a su paso por ella. 

Según cuenta la leyenda, un grupo de amigos pasaron por ella tras salir de una taberna situada en San Lorenzo. Todos se arrodillaron ante ella, menos Mateo, a lo que justificó, con bromas, que parecían mujeres. Conocido como “el rubio”, pregonó que no se arrodillaba por nadie, y que se quedaría de pie siempre. Justo en ese momento, un rayo cayó sobre él, hundiéndose de pie en el suelo y convirtiendo su cuerpo en piedra. 

 

Sus restos han pasado a ser una escultura que permanece en la antigua calle Buen Rastro. Desde su presencia, la calle pasó a llamarse Hombre de Piedra. La figura de piedra está un tanto desgastada por el paso del tiempo. 

4. Un historia de amor hechizado entre doña María Coronel y el Rey Pedro I 

La belleza de la sevillana María Coronel quedó hechizado al Rey Pedro I al verla. A las numerosas insistencias del monarca, la bella jóven siempre respondía con rechazo, en parte justificados por su matrimonio con don Juan de la Cerda. 

 

El repudio de María provocó una gran desesperación en el Rey, que respondió con venganza, ejecutando al padre de la jóven y al marido. Esta situación trajo consigo la soledad a María, que le llevó a refugiarse en la ermita de San Blas para posteriormente ingresar en el convento de Santa Clara. 

 

Ya de novicia, el rey seguía buscándola para insistir en su amor. Un día se presentó de sorpresa en el convento. Ante la desesperación, viéndose acorralada, María derramó aceite hirviendo sobre su rostro y parte del cuerpo, desfigurando su cara. El Rey al verla huyó, dejándola en paz para siempre. 

María continuó con su vida en el convento. Una vez muerto el rey Pedro I, la beata recuperó todas sus posesiones, con las que fundó el Convento de Santa Inés, dónde descansan sus restos, perfectamente conservados. Su cadáver reposa en una urna que puede contemplarse cada 2 de diciembre en el convento. 

Estas son algunas de las leyendas más simbólicas de Sevilla. De su mano, hemos descubierto algunos de los misterios mejores guardados de la ciudad. Gracias a ellas, conocemos algunos de los episodios mas relevantes de su historia, algunos de los más desconocidos de vista a los demás. Podríamos seguir contando muchas leyendas más, pero siempre quedará esa intriga que hace tan especial a Sevilla. 

¿Conocías estas leyendas de Sevilla?

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