A pesar de ser una de las festividades más populares, el significado carnavalero es un auténtico desconocido, al igual que sus orígenes. De la mano del Camino, te presentamos la historia milenaria que esconden el Carnaval

En la agenda social, hay una festividad que goza de una mayor singularidad con respecto a las demás. Una festividad marcada por la tradición, en la que solo tiene cabida la alegría y la emoción de vivirlo un año más. Una en la que los disfraces son los principales protagonistas. Una festividad como el Carnaval. 

Aunque es el entusiasmo el principal denominador común de todos los lugares, la fiesta carnavalera se celebra de diferente manera dependiendo del sitio. No es lo mismo vivirlo en el sur andaluz que en el norte gallego, por poner un ejemplo. En algunos lugares, el desfile cobra todo el protagonismo, mientras que en otros son las chirigotas las encargadas de dar ritmo al evento. 

A pesar de su fama y relevancia, muy pocos conocen su origen, al igual que desconocen su verdadero significado. Si quieres descubrir la historia que esconde esta tradición milenaria, continúa leyendo. Los más ambiciosos, los que se queden hasta el final, conocerán -de nuestra mano- los motivos de su celebración. Así pues, no dejes de leer. 

Orígenes milenarios 

El nacimiento del carnaval es una de sus características más debatidas. Mientras que algunos historiadores lo sitúan en el Imperio Romano, de la mano de la festividad de Las Saturnales, otros viajan hasta Grecia, en relación con la adoración al dios Dionisio. Para otros, sus orígenes se remontan 5.000 años atrás. Todos estos momentos tienen en común la celebración de un evento que presenta rasgos de lo más parecido al Carnaval, fijando en ellos sus raíces. 

Más tarde, en la Edad Media, bajo la expansión y dominancia de la religión cristiana, la festividad adquirió su nombre actual, que viene de “carnem levare”, traducido al castellano como “quitar la carne”. Es aquí, en la semántica, donde entra en juego la tradición. Su significado se explica por su cercanía al Miércoles de Ceniza y el comienzo de la Cuaresma, un periodo de ayuno y abstinencia, en el que los creyentes tienen prohibido comer alimentos carnívoros. 

El Carnaval por el todo Mundo 

El Carnaval cobra una mayor importancia en los países católicos, a pesar de que el Cristianismo no lo haya considerado como fiesta religiosa. En todos ellos se celebra de diferente manera, aunque en todos combinan disfraces, cantes y desfiles. Los mas famosos de todo el mundo son el de Venecia, dominado por las máscaras, los de Río de Janeiro y Santa Cruz de Tenerife por sus desfiles o los de Cádiz, de la mano de las chirigotas. En Badajoz también adquieren una gran relevancia nacional e incluso internacional. 

La Luna y el Carnaval 

El calendario litúrgico determina la fecha de su celebración. Todo depende del ciclo lunar. El carnaval acomoda sus días para que la luna del Jueves Santo sea primera llena del equinoccio de la primavera boreal, y la segunda el Domingo de Resurreción.  Este hecho se explica bajo la Historia de Egipto, que nos relata cómo la noche en la que el pueblo judío salió del país, la luna llena les permitió prescindir de lamparas y no ser descubiertos por los soldados del faraón. La Iglesia Católica conserva en la actualidad esta tradición, y así poder celebrar también las pascuas bajo la luz lunar. 

Da igual el lugar, el motivo, el origen o su historia, el carnaval es una de las festividades más populares y querida por todos. Desde los más pequeños hasta los adultos, disfrazados, al son de las comparsas, y bajó el ritmo de los desfiles, celebramos un año mas la fiesta más alegre y colorida del año.

Y tú, ¿cómo vives el Carnaval?