La llegada del Adviento al corazón de todos
La Navidad no tendría todo su valor sin el Adviento, el periodo en el que nos preparamos mentalmente ante el nacimiento del Niño Jesús
Finales de noviembre sólo puede significar una cosa, la llegada del Adviento al calendario cristiano. Durante casi un mes, los más creyentes se preparan para el acontecimiento más importante del año litúrgico, como es el nacimiento de Cristo. A través de distintas acciones, asumen mental y espiritualmente su llegada, que marcará el resto de su año.
Proveniente del latín (adventus Redemptoris ‘venida del Redentor’), su semántica da la gran pista de su verdadero significado. La palabra Adviento engloba toda la preparación que llevan a cabo los crisitianos ante la llegada de Cristo. Por ello, se suele considerar como el primer periodo del año en el calendario litúrgico.
El Adviento marca el devenir de los crisitianos desde el último domingo de noviembre hasta el día de Nochebuena. Para los más creyentes, la primera página del calendario se fija en el día 28 de noviembre de este año 2021.
Aunque en cada lugar se vive de una forma distinta, la base de la preparación es casi idéntica en todas las iglesias. De una forma u otra, el objetivo principal es que el creyente esté listo para la llegada de su redentor, para que pueda disfrutarla y sentirla como suya propia.
Pero el adviento no solo implica el trabajo individual. Para poder llegar a su plenitud necesitamos la compañía de nuestros seres más cercanos. Así, uno de los actos que marca la tradición implica la reunión de los familiares durante los cuatro domingos de este periodo litúrgico. Todos reunidos en torno a la corona de Adviento, se da paso a la meditación con la Biblia delante.
Poco a poco, los cristianos se ven cada vez más preparados, más dispuestos, más listos ante el gran acontecimiento. Tras este periodo, no están desprevenidos antes el nacimiento del Niño Jesús. Es una etapa de lo más especial y simbólica en los corazones de aquellos en los que inunda el fervor por la religión Católica.
Sin el periodo de Adviento, la Navidad no tendría su verdadero significado. Como todo paso en la vida, se necesita una preparación con la que alcanzar su máximo esplendor. Los cristianos tienen claro su planificación y organización previa a la Navidad, para disfrutar de ella desde lo más íntimo del corazón.
¡Feliz época de Adviento!
