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Calabaza del peregrino del Camino de Santiago

La calabaza del peregrino del Camino de Santiago, al igual que la concha o el bordón, es un elemento muy representativo del camino. 

 

Si bien es cierto que su uso original se ha ido perdiendo con el tiempo, todavía podemos ver muchos peregrinos con estas calabazas colgando de sus mochilas. En ocasiones, incluso pintadas y personalizadas. ¿Sabes por qué?

Te contamos su origen

 

El uso de estas calabazas remonta siglos atrás. Tanto es así, que en la Edad Media, ya se utilizaban y no sólo en el Camino de Santiago.

 

La calabaza peregrina pertenece a la variedad ‘’lagenaria siceraria‘’, se caracteriza por ser ligera, barata y muy resistente al agua y se utilizaba para almacenar agua o vino. 

 

Para convertirlas en recipientes de almacenamiento se seguían dos procedimientos.

 

El primero consistía en enterrar las calabazas hasta que estuvieran secas y endurecidas para luego vaciar su interior. Era el más corto en el tiempo pero había que tener cuidado para que no se pudrieran.

 

El segundo, simplemente consistía en dejarlas secar, por lo que se alargaba más en el tiempo que el anterior. Posteriormente, también se retiraban las pipas de su interior.

 

Llegados a este punto la calabaza ya estaba lista para utilizarse a modo de cantimplora. Y algunos, la cubrían con pieles para protegerlas ante posibles golpes.

 

Pero quizás te preguntes dónde se originó esta variedad y cómo llegó hasta el Camino de Santiago. 

 

La realidad es que su origen y expansión se desconocen con exactitud. No obstante, se cree que apareció en África y que desde ahí se extendió hasta Europa y América, gracias a las migraciones humanas o a las corrientes marinas (recordemos que una de sus características es la resistencia al agua).

 

Hoy en día, utilizamos cantimploras o botellas como recipiente para el agua o bebidas. Sin embargo, como decíamos al principio, todavía encontramos muchos peregrinos con estas calabazas atadas a su mochila. Continúan siendo un símbolo del camino. 

¿Qué sabes de la calabaza de los peregrinos del Camino de Santiago? ¿Sueles llevarla contigo en tu peregrinación? 

¡Cuéntanoslo en comentarios!

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