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La riqueza natural del Camino de la Plata

Junto a su patrimonio histórico, artístico y arqueológico, la naturaleza presenta un estado de total plenitud en todo su recorrido. De sur a norte, el Camino nos ofrece estampas naturales que inundan de paz nuestra mente.

Si por algo se caracteriza la flora del Camino de la Plata es por su amplitud. En su recorrido, no solo disfrutaremos de un único tipo de vegetación, sino de varios, coincidiendo ellos con cada una de las provincias que vamos atravesando. Como reflejo de España, nada tiene que ver una estampa natural de A Coruña con otra  de Sevilla.

A pesar de ser muy distintas, cada una tiene su encanto singular. En esta entrada nos encargaremos de enseñártela, y así poder disfrutar de ella.

La provincia de Sevilla será la encargada de darnos la bienvenida. La vegetación frondosa inunda todo su  terreno. Sin embargo, no presenta la misma estampa natural en toda su extensión.

Se aprecia una dominación de las tierras cultivadas, predominantes en más de la mitad sur de la provincia, debido a su gran vinculación con las actividades agrarias. En la zona norte, abundan los matorrales densos, con algunas zonas arboladas y floreadas. La dehesa está presente en casi todo su territorio, junto con los jarales.

A su paso por el Camino de la Plata, Extremadura nos ofrece una estampa natural muy parecida a la de la provincia andaluza, aunque con ciertas particularidades. El denominador común se basa en el clima cálido de las dos comunidades.

Si por algo se caracteriza la vegetación extremeña es por la presencia de la dehesa en casi toda su extensión. Las actividades agrarias y ganaderas son las principales responsables de esta espesura, dando lugar a extensos terrenos de pastos. Junto a ellos, los matorrales están muy presentes en su terreno.

No debemos obviar al bosque mediterráneo extremeño, en el que la encina se lleva todo el protagonismo, por  su fuerte adaptación a las condiciones climáticas que presenta la comunidad.

Mientras más nos acercamos al norte del Camino de la Plata, más variaciones encontramos en torno a la naturaleza.

Castilla y León será la encargada de ofrecer a los peregrinos otras estampas naturales. En concreto, el turno recaerá en Salamanca, León y Zamora.

La primera provincia muestra más vinculación con la vegetación de la comunidad colindante del sur, como es Extremadura. Así, se da una cierta dominancia de la vegetación mediterránea con la dehesa. Además, en el terreno podemos apreciar una fuerte proliferación de aulagares, melojares y vallicares entre su terreno natural. 

La provincia castellana de León se caracteriza por su gran variedad natural.

La vegetación mediterránea y atlántica se funde en las llanuras y las montañas de su terreno. Los peregrinos podrán disfrutar en su camino de hayas, robles, abetos, castaños y tejos, entre otros. No debemos olvidar la predominancia del roble y del pino piñonero. 

Próximo a esta, encontramos Zamora, una provincia con relevantes parajes naturales en su paso por el Camino de la Plata, en los que se da una dominación de una biodiversidad endánica. Las plantas frutales y medicinales, junto con las epífitas y los helechos acompañan a los peregrinos en su recorrido.

La última comunidad autónoma ubicada al final del Camino corresponde con Galicia.

Las provincias de Ourense, Pontevedra y A Coruña nos dan la posibilidad de disfrutar de su biodiversidad en su paso por el Camino de la Plata. Toda la comunidad presenta una vegetación de tipo montano, aunque con ciertas particularidades en cada uno de los territorios.

Ourense presenta una singularidad propia, la de pertenecer a la región biogeográfica eurosiberiana, una de las ocho ecozonas que dividen la superficie terrestre. En su flora se da una cierta combinación de vegetación. Por un lado, encontramos la de tipo mediterránea, presentes con especies como el roble, el alcornoque, el carballo y el rebollo. Por otro, distinguimos una vegetación de tipo atlántica, presentando un predominio de aulaga y la retama.

En Pontevedra, los peregrinos podrán disfrutar de una vegetación atlántica, gracias a la cual presenciarán en vivo especies como brezales y el roble Carballo. A Coruña ofrece una estampa natural casi similar, en la que la vegetación de tipo atlántico ha penetrado en su territorio, con una predominancia de robledal termófilo. En esta provincia, la flora y el clima se han fusionado dejando de regalo importantes parajes naturales.

En todo el recorrido por el Camino de la Plata, podremos conocer, de primera mano, la biodiversidad que ostentamos en España.

Es un camino para descubrir, pero también para descansar y meditar. Entrar en paz con uno mismo, a través de la profunda naturaleza.

¿Qué te llama más la atención de los paisajes que encuentras por el Camino de la Plata? ¿Cuál es tu favorito?

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