Joyas paisajísticas gallegas

Haciendo alusión a su nombre, los manantiales se sitúan en la localidad de Verín. Concretamente, podemos visualizarlos en el mapa si echamos la vista hacia el sureste de la provincia de Ourense, en el que el río Támega convierte a esta zona en un importante atractivo turístico natural. 

El conjunto acuífero está compuesto de dos manantiales junto con un balneario, todos ellos localizados en la localidad orensana. El peregrino podrá entrar en primer contacto con la naturaleza, alcanzando una gran calma, pero sobre todo, le dará la oportunidad de descansar. Una recarga de energía para afrontar todos los kilómetros que aún le quedan por delante hasta abrazar al Santo. 

Galicia nos da la oportunidad de disfrutar de espléndidos parajes naturales, en los que entrar en total paz y tranquilidad con el medio rural. Los Manantiales de Verín son algunos de esos lugares a los que nos estamos refiriendo.

Manantiales Aguas de Sousas

Comenzamos nuestra ruta por los Manantiales Aguas de Sousas. Desde 1958, los gallegos y todos los visitantes del lugar pueden disfrutar de ellos al adquirir la categoría de utilidad pública como la del ‘Agua de Galicia’. 

Junto a su patrimonio natural, los manantiales cuentan con un viejo templete que acoge a una preciosa fuente. Las propiedades tan buenas de su agua han hecho que sirva para el consumo humano, instaurándose en ella una fábrica de botellas de aguas, que ostenta una gran fama nacional. Desde Verín, el agua de Sousa llega a todos los rincones del mundo. 

Manantiales de Fontenova

Nuestra siguiente parada se sitúa a una escasa distancia. Esta vez serán los Manantiales de Fontenova los protagonistas de nuestra visita. Junto a su función turística, también poseen una categoría curativa. Darse un baño en ellas traerá muy buenos resultados a los enfermos con complicaciones úricos, reuma, gota, estómago o vesícula. 

Su gran patrimonio hace que ostenten una gran fama que supera los límites nacionales. Forma parte de la ruta del agua de la Eurocidade Verín-Chaves. Aunque permanecieron cerrados durante un largo periodo de tiempo, en la actualidad gallegos, peregrinos y cualquier visitante puede disfrutar de ellos. 

Balneario y Manantial Cabreiroá

Nuestra ruta finaliza al llegar a nuestro último destino. El Balneario y Manantial Cabreiroá han sido los encargados de darnos la despedida. Pero antes de ello, disfrutaremos de todas sus instalaciones. Su riqueza se basa en el manantial y el propio edificio. Cuenta con una importante embotelladora de las aguas minerales, conocida a nivel mundial. Su parada es casi obligatoria para cualquier turista. Es más, en la antigüedad era visitado por todo los peregrinos debido a su propiedades curativas, en especial hacia los enfermos con problemas urinarios, trastornos gastro-hepáticos y biliares y metabólicos. 

Así, ponemos fin a nuestra ruta de aguas. Los manantiales de la localidad de Verín nos han dado la oportunidad de disfrutar de las propiedades rurales que ostenta la comunidad compostelana. En Galicia, la naturaleza ha hecho de las suyas dándole el mejor de los regalos, su gran patrimonio natural. 

Un excelente lugar para huir de la ciudad y entrar en contacto con uno mismo, en total paz y tranquilidad. Un pequeño respiro que tantas veces necesitamos. 

¿Te animas a disfrutarlos? ¡Te leemos en comentarios!