Tus pies serán tus mejores aliados a lo largo de la ruta. Si no eliges un buen calzado, no solo lamentarás haber tomado una mala decisión, sino que la experiencia será una catástrofe.

¿Qué calzado es el más adecuado para el Camino de Santiago?

Esta es una gran duda que la mayoría de peregrinos que se embarcan hacia esta gran aventura se plantean. ¿Qué será mejor unas simples zapatillas de deporte o unas botas de montaña? ¿Nuevo o usado? Si esas dudas te corren por la cabeza, ¡sigue leyendo!

Una de las partes más importantes para el peregrino es, sin duda, el calzado. Tras largas caminatas los pies son los que más se resienten al final del día y lo más importante es llevar un calzado adecuado que se adapte a nosotros y al terreno con el fin de evitar ampollas. 

Además, no solo es importante el calzado, también lo son los calcetines para evitar rozaduras que más tarde nos entorpecen el camino. 

El Camino de Santiago es una experiencia única de la que te llevarás recuerdos inolvidables y un gran aprendizaje interior. Por eso, tus pies serán tus mejores aliados a lo largo de la ruta que puedes iniciar desde diversos puntos. 

Culturas diferentes, pueblos preciosos, caminos de piedras, colinas y largos kilómetros de caminata será lo que te espera hasta Santiago. Por tanto, si no eliges un buen calzado, no solo lamentarás haber tomado una mala decisión, sino que la experiencia será una catástrofe. 

¡Presta atención a nuestros consejos para hacer esta aventura mejor!

Escoge un calzado usado

Nunca comenzar una actividad de largas horas o intensa con un calzado recién comprado. Para este tipo de viajes es importante que el calzado que se utilice ya esté bien adaptado a nuestros pies. 

De todas formas, tampoco es aconsejable escoger el calzado más viejo que tengamos en el armario. 

Si no tienes un calzado apropiado, organiza el Camino con tiempo y practica con ellos 3 meses antes de comenzar la ruta.

¿Zapatillas de deporte o botas?

Las zapatillas convencionales de deporte o diario no te darán la suficiente protección para recorrer el Camino.

Las botas de montaña de caña alta tampoco son recomendables puesto que suelen ser bastante pesadas y demasiado rígidas. Lo ideal sería elegir las de caña media. 

En el caso de elegir botas, hay que asegurar que tiene un buen sistema de lazado para tener una sujeción apropiada.

También, tener en cuenta que con refuerzo de caucho en la puntera y en el talón aportará mayor adherencia y durabilidad. 

Pero, sin duda, la mejor opción para el Camino son las zapatilla de trekking. Estas aportan mucha comodidad al caminar y permiten tener libertad de movimiento, ligereza y transpiración en los pies. 

¿Y qué tal las sandalias?

Una opción muy demandada para el verano que suele apretar más el calor. En este caso se debe elegir una sandalia multifuncional y desarrolladas para aportar comodidad y frescura. 

Además, resulta ser el complemento perfecto del peregrino puesto que se puede utilizar en los descansos del día. 

La talla del calzado

Tan importante como el tipo de calzado que se escoja. Lo que más en cuenta hay que tener es que no quede justo, si los dedos tocan la punta hay que optar por buscar otro que no roce los dedos. 

Y, por último pero no menos importante, el cuidado de pies. Revisa cada día antes de comenzar la ruta si presentas alguna herida o ampolla. En ese caso, cambiar tiritas por unas nuevas. 

Aplica vaselina antes de ponerte los calcetines, ayudará a evitar la aparición de ampolla y rozaduras. 

Tras acabar cada etapa, deja el pie respirar y cambia de calzado por otros más cómodos. 

¿Qué tipo de calzado elegirías para el Camino de Santiago? ¡Déjanos un comentario!