El Parque Natural de Corrubedo ofrece una gran variedad de enclaves naturales, con sus dunas, playas y lagunas, en las que disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor

Lejos del bullicio de los turistas, de la música de las gaitas, del sonido de las campanas de la catedral, se encuentra uno de los parajes naturales más impresionantes de toda Galicia. Tal es su belleza que cuesta imaginarlo. Es difícil pensar que el patrimonio natural gallego cuente con un lugar de estas características. 

Para poder conocerlo, hay que trasladarse hasta el municipio coruñés de Riveira, a la altura ubicada entre las rías de Arousa y la de Muros e Noia. Desde lo lejos, da ciertas pistas con las que tener una idea de este magnífico lugar. Así, poco a poco, llegamos hasta las Dunas de Corrubedo, uno de los mayores tesoros de las Rías Baixas

La primera panorámica que ofrece este parque natural es capaz de trasladar hasta el propio desierto del Sahara. Los montículos de arena se funden en toda su extensión de más de mil hectáreas.  Bajo el nombre Parque Natural Dunas de Corrubedo y lagunas de Carregal y Vixán, nos encontramos ante uno de los enclaves más valiosos y significativos del patrimonio gallego. Uno de los lugares más desconocidos pero más magníficos de la comunidad. 

Su arena blanca se funde en toda su extensión de más de 1 kilómetro de largo, 250 metros de ancho y  20 de altura, pasando a ser considerada la duna más grande de todo el noreste peninsular. 

Con la mirada puesta en el turismo, el parque natural cuenta con varios caminos y  pasarelas de madera para que los turistas puedan visitarlas de la mejor forma posible. Además, se han creado ciertos itinerarios autoguiados para descubrirlas y disfrutar en toda su potencia. Eso sí, no te olvides de los prismáticos para alcanzar mejores vistas.

Además, el parque cuenta con varios miradores con vistas de lo más impresionantes. En concreto son dos, como son el de  Castrocidá y el de Piedra de la Rana, que ofrecen unas magníficas panorámicas de toda la duna móvil.  En el de Piedra de la Rana, a lo lejos puede divisarse las impresionantes Islas del Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia, como son las de Ons, Cíes, Sálvora y Cortegada. Todo un espectáculo visual para el que lo visita 

Pero no todo es arena. Las dunas se encuentran a medio camino entre dos rías, rodeadas de agua. La playa de Corrubedo, las lagunas de Vixán y la de Carregal son otros de los lugares que se pueden disfrutar en el parque natural. La oferta es apta para todo los gustos gracias a la variedad que presentan sus lagunas, tanto de agua dulce como saladas. A ello debemos sumar la pluralidad de fauna y flora, como los humedales formados con el paso de aves.

Por todo ello, se han convertido en uno de los lugares más visitados por los turistas. A pesar de ello, no suele estar muy concurrido, ni presenta grandes aglomeraciones de personas. El Parque Natural de Corrubedo ofrece la oportunidad de disfrutar de la belleza que ostenta la naturaleza. Aunque lo más importante, es que nos brinda la oportunidad de evadirnos de la realidad para alcanzar esa paz y tranquilidad tan necesarias en la actualidad. La mejor forma de desconectar para volver a conectar.

Y tú, ¿te hubieras imaginado que Galicia tiene desierto?