“Además del trazado y ciudades históricas por la que se pasa hay un paisaje muy bonito …. es una actividad muy recomendable para conocer nuestra tierra”

Más de 300 kilómetros y 4.500 metros de desnivel en bicicleta dividido en dos jornadas de btt. Los componentes del Extremadura-Ecopilas, equipo de ciclismo de montaña, han alcanzado un reto de auténtico Mountain bike.

La Covid-19 ha provocado que desde marzo no se haya realizado ninguna prueba competitiva en España para los ciclistas, por esta razón el conjunto placentino se ha reinventado para motivar a los ciclistas con retos que sirven como una dura sesión de entrenamiento. En una declaración para la Agencia EFE, uno de los componentes ha destacado que “hay que mantener la forma y estar preparados porque no sabemos cuando puede llegar la primera prueba después de la pandemia”.

Los ciclistas del Ecopilas vivieron dos intensas jornadas acompañados de aficionados de múltiples localidades, quienes decidieron unirse a este reto y pedalear unos kilómetros cumpliendo con las distancias que la situación actual requiere. 

Un trazado con historia

La Vía de la Plata transcurre desde Sevilla hasta Gijón, se trata de una de las calzadas principales que recorría la península de sur a norte. El tramo extremeño de la ruta comienza en Monesterio, pasa por Mérida, Cáceres, Plasencia y finaliza en Baños de Montemayor. Una ruta que los ciclistas podrán recorrer conociendo y descubriendo lugares históricos, cultura y la excelente gastronomía. 

En la primera etapa los ciclistas atravesaron la ruta de Monasterio a Cáceres, unos 200 kilómetros. La fecha de salida fue el 8 de agosto, para entonces el calor apretaba desde muy temprano. En esta jornada, el grupo de Ecopilas fueron acompañados por varios clubs como el Ankay, Corona Chica y Puerto Lobo, quienes abandonaban la ruta en cuanto habían superado los kilómetros propuestos. 

En principio, esta primera ruta iba a finalizar en Aljucén, pero decidieron seguir hasta la capital de Cáceres. Calor, lluvia y bochorno acompañaron durante el camino, al finalizar, tuvieron un control de temperaturas por seguridad y llegó el momento de descansar para la siguiente jornada. 

La segunda etapa fue más corta debido al esfuerzo del día anterior, unos 145 kilómetros es la distancia que había el final del camino. En esta ocasión el trazado era más técnico y menos llano. 

Al llegar a Cañaveral, el club GR100 de Plasencia se unían a la jornada para emprender camino hacía Riolobos, Galisteo y San Gil, donde dieron un cariñoso recibimiento al grupo ciclista. Aun por delante un largo camino, el calor y el cansancio del día anterior pasaban factura. El Camino Natural de la Vía de la Plata y su vía verde hasta Montemayor ponían fin a la dura maratón ciclista. 

Uno de los aficionados que se sumaron al reto es Miguel Muñoz, se planteó hacerlo por completo y casi lo consigue. Su familia le seguía en coche mientras hacían turismo regional, el ciclista declaró como fue la jornada, “casi imposible de seguir. Me pareció muy buena la iniciativa y cuando me enteré me puse en contacto con el equipo para intentar hacer el reto completo. Además del trazado y ciudades históricas por la que se pasa hay un paisaje muy bonito incluso en esta época del año, que es la peor en ese sentido. La bicicleta debería ser un medio para promocionar lo que tenemos en Extremadura y como digo es una actividad muy recomendable que a través del deporte de que venga gente a conocer nuestra tierra, pero si puede ser en varias etapas y con algo más de tranquilidad, mejor”, cuenta el aficionado de btt a deportes Extremadura.

¿Te atreverías ha superar la ruta de la Vía de la Plata en bicicleta? ¡Déjanos un comentario!