La Plata nos guía hasta el Camino de Sanabrés, rico por su patrimonio natural y famoso por su tranquilidad. El peregrinos vivirá una de las experiencias más emotivas en sus más de trescientos kilómetros divididos en 13 etapas. 

La Vía de la Plata se extiende por toda la parte este peninsular. De norte a sur, fija sus orígenes en Sevilla, derramándose por Extremadura, Castilla y León y Galicia antes de desvanecer en Santiago de Compostela. En su camino, la ruta jacobea vive emotivos momentos a su paso por las cuatro comunidades, instantes mágicos protagonizados con una importante base histórica, cultural y artística.

Cuando preguntamos a los peregrinos por su momento más emotivo del Camino, son muchos los que fijan sus recuerdos en Granja de Moreruela. El municipio zamorano no es un lugar cualquiera en la peregrinación. Es un punto de unión y separación de Caminos. 

Los caminantes plateros tendrán que decantarse en este punto entre dos opciones. La primera de ellas, nos mantiene por La Plata hasta Astorga, donde enlaza con el Camino Francés. La otra alternativa es continuar caminando por el Camino Sanabrés. 

La elección provoca cierta incertidumbre en los peregrinos. Las dos alternativas son igual de interesantes. Aunque nos haya resultado un tanto difícil, hoy hemos decidido caminar hasta Santiago de Compostela por el Camino Sanabrés. ¿Nos acompañas?

Más de trescientos kilómetros en trece etapas 

Con la meta fijada en la Praza do Obradoiro, el itinerante peregrino recorre parte de las provincias de Zamora, Ourense y A Coruña. A su paso, nos lleva a conocer todo el patrimonio de los municipios que atraviesa en un camino de 369 kilómetros. 

El Sanabrés divide su recorrido en un total de trece etapas. Las cinco primeras se extienden por el noroeste zamorano, mientras que el resto por territorio orensano y coruñes. De todos los trayectos, el primero es el más difícil con diferencia, que va disminuyendo a medida que nos acercamos a Santiago. 

A pesar de ser una de las rutas jacobeas más cortas, sin tener en cuenta los kilómetros de la Vía de la Plata, el Sanabrés tiene fama de un camino tranquilo. El escaso tráfico de peregrinos hacen posible esta realidad, siendo uno de sus puntos a favor. 

La ruta jacobea nos obligará de nuevo a tomar otra decisión en Galicia. En el municipio de La Gudiña, el Camino presenta dos alternativas. Podemos seguir por Laza, y caminar 196 km para llegar a Santiago. La otra opción, la larga, nos guía hasta Verín, desde dónde nos quedarían 228 km para poner fin al camino en Compostela. 

Orígenes plateros 

Como era de esperar, los orígenes de este camino están vinculados con los de la Vía de la Plata. Surgió bajo la idea de transitar una ruta que llevase hasta Santiago pero de menor extensión. Desde entonces, los peregrinos pueden caminar por otro itinerario para conseguir su compostelana. 

Un camino tras las flechas amarillas  

Las señales nos recordarán el camino escogido. Las de la Vía de la Plata son sustituidas por las del Camino Sanabrés, o más bien por las flechas amarillas. Lo cierto es que estas marcas, en concreto las identificativas del itinerario sanabrés, nos acompañan en un corto trayecto, durante lo que dure nuestro paso por parte de la provincia de Zamora. Ya en Galicia, son sustituidas por las tradicionales del Camino de Santiago, sin olvidar las flechas amarillas. Pero no te preocupes por el cambio de señalización, todas te llevan hasta Santiago. 

El Sanabrés rico en su patrimonio natural  

Terminamos de la mano de su naturaleza. El Sanabrés es conocido por su mágico entorno. Su patrimonio natural motiva a los peregrinos a la hora de decantarse por las dos opciones de peregrinación. El campo zamorano se funde con las grandezas naturales gallegas. Los olivares, cereales y viñedos dan paso a los extensos prados. El Camino se vuelve más verde a medida que nos acercamos a Santiago. 

El Camino Sanabrés es una buena opción