El espíritu de la solidaridad nace entre las flechas amarillas del camino, y guiará tu Camino por la Ruta de la Plata en el Xacobeo 2021.

Te sientes vivo y con fuerza.

Cada año, las más de 300.000 personas que llegan a Santiago hablan de una experiencia enriquecedora con una mochila llena de recuerdos. Los kilómetros diarios se hacen eternos, el paso a paso, el pedaleo de la bicicleta, el paso de las etapas, pero hay algo que hace sentirse un poco más vivos y con más fuerza.

Somos plenamente conscientes de que el Camino de Santiago no es sólo algo físico, ni siquiera es lo más importante, sino un itinerario lleno de grandes valores como el de la solidaridad y el compañerismo. 

El espíritu de la solidaridad nace entre las flechas amarillas del camino, los peregrinos ofrecen mucho más de lo que piensan.

Nadie conoce las batallas por las que otras personas está pasando ni conoce el motivo que le ha impulsado a hacer el camino. El camino supone para muchos peregrinos un antes y un después en sus vidas. Son muchas las historias de superación personal que transcurren a lo largo de las distintas etapas. 

Lucha, superación, esfuerzo y solidaridad son algunos de los valores que comparten los peregrinos del Camino de Santiago, quienes te regalan vivencias únicas y un poco de ellos mismos. El Camino nunca se hace solo, las personas que te encuentras a lo largo de la ruta son quienes completan tu experiencia. Personas que, tal vez, en una situación normal nunca conocerías o te quedarías para tomar algo y tener una conversación. 

La peregrinación saca lo mejor de uno mismo.

Es capaz de hacerte parar o bajar el ritmo para ayudar a otros, de compartir la comida o un poco de agua con un desconocido, de tender la mano a alguien que sólo se ha cruzado contigo y ha necesitado de ti, o incluso de comenzar una conversación con alguien que necesite hablar. 

El Camino de Santiago es un camino que permanece vivo a lo largo de los siglos abonado por la solidaridad. Solidaridad de los curas y monjes que se instalan por el Camino para acoger y alimentar a los peregrinos. Solidaridad de los hospitaleros, voluntarios que velan por el bienestar de las personas que llegan al albergue; de los que viven a pie de Camino y ofrecen agua y comida. Serán tus aliados en tu Camino de Santiago por la Ruta de la Plata.

Y sobre todo, solidaridad de los propios peregrinos que con todo su cariño hacen del camino una ruta deseada por personas de todos los rincones del mundo. Se escuchan entre ellos, se atienden, se respetan y ayudan. La experiencia despierta en uno mismo la necesidad de devolver todos los gestos de solidaridad recibidos a todos con los que nos cruzamos.

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Y tú, ¿has recibido algún gesto solidario por parte de algún peregrino del Camino? ¡Compártelo con nosotros en comentarios!